La pregunta queda en el aire, seguida por un tenso silencio expectante. Sabe que de su respuesta depende buena parte de su futuro. La decisión requiere un arrojo que no está seguro de tener. Sin quererlo, evoca su pasado familiar. A su bisabuelo, muerto heróicamente en misión de guerra. A su abuela, salvando a la familia de los bombardeos. A su padre, que impidió que el ayuntamiento derribara el viejo teatro poniéndose enfrente de las excavadoras. A su hermano y su larga disputa con la compañía del gas.
- No, lo siento. No es mi trabajo traerle cafés a nadie.
4 comentarios:
estupendo, estupendo... Oyes, qué buena capacidad de observación en lo laboral que tienes, majo. Ya sé que es parte de deformación profesional, pero, francamente, qué buen uso de tan grande fuente de inspiración.
Acentuaría herÓicamente...
Zenkiu Goio!!
Y yo le quietaría la S a "Oyes". El imperativo del verbo oir es OYE TU. Y no vuelvas a correguir a mi colega.
Si puse correguir adrede, pero ahora no me parece tan gracioso, así que antes de que lo hagan Uds. corrijo.
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