- En realidad no hay un porqué. No digo que seas tú o sea yo, simplemente son cosas que pasan.
Es una sucia artimaña, pero sabe que esta vaguedad le permite preparar el momento.
- Nada que hayas hecho. Quizás son cosas que no han pasado.
Saborea la perplejidad, la confusión culpable que ya se refleja en la cara de ella.
- Yo también pensé que esto iba hacia alguna parte. Pero, ¿hacia dónde?
Este humo tóxico comienza a hacer efecto. En su interior no tiene reservas en felicitarse por un buen trabajo cuando las primeras lágrimas comienzan a temblar.
1 comentario:
¡Que genio!, me fascinan los sentimientos, ambiciones y en general, los rasgos que que configuras en tus personajes.
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