el zapato

El campesino sostiene en alto el zapato para contemplarlo como otros harían con un lingote de oro. La suela es fina, pero está intacta. Lo gira y aprecia la textura del cuero, lo aprieta un poco y asiente satisfecho con la respuesta en sus manos.
El hombre de la corbata sigue hablando:
- Ahí lo tiene, amigo. El derecho de un buen par de zapatos duraderos. Si el candidato Quintana sale elegido el domingo, ustedes reciben el zapato izquierdo.
El campesino casi susurra:
- ¿Y si no?
El de la corbata pierde un rato en mirarle:
- ¿Usted qué cree?

2 comentarios:

Ismael Alonso dijo...

Un 'amigou' me conto esta historia esta misma mañana, diciendo que era un caso real...

Lenko dijo...

En los comics antiguos de Spiderman los malos siempre le daban a los secuaces que querían contratar un fajo de billetes cortado a la mitad.

El truco del zapato es mucho mejor :)

Precioso el rediseño, por cierto.