- Es desconcertante. Cada vez que abrimos la caja, el gato sigue vivo. Aproximadamente la mitad de las veces debería morir. Parecerá una locura, pero mi teoría es que el gato, este gato en particular - enfatiza - habría aprendido a elegir instintivamente el universo donde la partícula subatómica no activa el mecanismo que libera el veneno. A nivel cuántico, es como si siempre cayera de pie.
Todos miran al gato de Schödinger que, ajeno a todo, se esmera en su rutina de limpieza, la lengua de lija contra el pelaje negro.
- La pregunta ahora es: ¿para qué nos sirve un gato inmortal?
1 comentario:
Yo sé qué gato es :-)
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